En la ciudad Anyang, provincia Henan de China, se encuentran las ruinas de una metrópolis que abarcan de 24 kilómetros cuadrados de superficie. Los chinos conocen este sitio como las Ruinas de Yin, y así ha sido identificado en la historia de la civilización universal. Desde la primera excavación, los arqueólogos encontraron una gran cantidad de reliquias históricas, entre las cuales destacan objetos de bronce, huesos de animales y caparazones de tortugas con inscripciones.