Fuera de Somalia, los buques mercantes chinos fueron secuestrados y todos los miembros de la tripulación fueron tomados prisioneros.
El grupo militar Dragón se encargó de ésta tarea, se escabulló en el barco mercante y consiguió lograr el rescate exitoso de todos los rehenes.
En el viaje de regreso, en el norte de África, un gobierno local provocó una guerra policial. Los rebeldes invadieron la capital y junto con las organizaciones terroristas, los chinos de ultramar locales estaban en peligro. Los buques de guerra, por órdenes de los superiores, cambiaron de rumbo y se fueron a realizar la misión de evacuación. Ocho comandos Dragón, estaban listos para ir.
Con un tiempo limitado y bajo el principio de "la evacuación puede contrarrestar al ataque, así que debe evitar el fuego cruzado, con el fin de evitar un conflicto diplomático", los buques de guerra y los comandos dragón regresaron a ése lugar, bajo las duras condiciones ambientales. El equipo realizó una exitosa misón de transferencia de expatriados chinos que esperaban en el muelle y después de un encuentro feroz, rescataron el autobús del consulado chino perseguido por los terroristas.
Sin embargo, las cosas aún no habían terminado. Con motivo de la retirada de los chinos en el extranjero, los comandos Dragón recibieron noticias de que los rehenes habían sido tomados como rehenes por los terroristas en China. Todos somos muy responsables y no dudamos en reanudar las operaciones de rescate.